En las últimas horas, por orden de la fiscal María Laura Cristini que lleva adelante la causa del crimen del pizzero, fueron detenidos la pareja y el hijastro de Luis Mieres, principal acusado del crimen de su empleado, Jorge Daniel Zagari.
El empleado de una pizzería que fue encontrado este lunes enterrado y tapado con una carpeta de cemento en la casa de su patrón, en el partido de Ituzaingó, murió a raíz de fracturas en el cráneo, tras ser atacado a golpes con una barreta, según los resultados preliminares de la autopsia, informaron este martes fuentes judiciales.
En tanto, en las últimas horas, por orden de la fiscal de Ituzaingó que lleva adelante la causa, María Laura Cristini, fueron aprehendidos la pareja y el hijastro de Luis Mieres (69), principal acusado del crimen de Jorge Daniel Zagari (53), ya que se investiga su tuvieron alguna participación en el crimen o en el posterior encubrimiento, agregaron las fuentes.
Zagari estaba desaparecido desde el miércoles de la semana pasada. Tras su hallazgo, se investigan si lo mataron cuando quiso cobrar una suma de dinero, informaron fuentes policiales, judiciales y una familiar de la víctima.
Mieres fue indagado por la fiscal de la causa, María Laura Cristini, ante quien confesó haber cometido el crimen y por lo que seguirá detenido, imputado por el delito de «homicidio».
El hallazgo se produjo en los fondos de una vivienda situada en la calle Pérez Quintana al 3300, de dicho medio de la zona oeste del conurbano, donde reside el principal sospechoso, quien se encuentra aprehendido por el caso.
La víctima fue reconocida por Florencia, una sobrina suya, a través de «unas cicatrices» que presentaba en el cuerpo. La joven contó que su tío residía en Merlo y que era empleado en la pizzería y rotisería que funciona en el mismo predio que el domicilio de su empleador.
«Me dicen que estaba adentro de una fosa y que arriba colocaron una carpeta (de cemento)», detalló Florencia, quien recordó que dado que su tío era una persona de riesgo no trabajaba actualmente en forma presencial.
«Él fue a cobrar su sueldo, aguinaldo y vacaciones, y parece que hubo una pelea que desembocó en esto», relató la joven, quien aclaró que el empleador le pagaba a la víctima «lo que él quería», por lo que ya habían tenido «problemas» por ese asunto.
«Yo ya sabía que él estaba ahí», sostuvo Florencia, quien recordó que las sospechas sobre el empleador de su tío recayeron ayer, cuando se determinó que Mieres había estado involucrado en el descarte del auto de la víctima, un Peugeot 405 bordó.
Las fuentes policiales y judiciales indicaron que este vehículo fue abandonado e incendiado el jueves por la mañana en Merlo y que a través de imágenes de cámaras de seguridad y testimonios ayer se confirmó que el ahora acusado había pasado por ese sitio poco antes en su camioneta Ford EcoSport negra.

A partir de estos elementos, los pesquisas se entrevistaron con Mieres, quien primero contestó con evasivas y luego reconoció que había participado del descarte del auto junto a otra persona pero que él no sabía dónde estaba Zagari.
DISCUSIÓN, ATAQUE Y MUERTE
En base a la confesión que el lunes por la noche brindó el acusado en sede judicial y a los testimonios obtenidos en la causa, el ataque derivó de una discusión por dinero cuando Zagari fue a cobrar su sueldo y le reclamó a su empleador deudas pendientes por meses anteriores y el aguinaldo y vacaciones atrasados.
Cuando Mieres le dijo que no tenía dinero para pagarle porque le había ido mal a causa de la pandemia de coronavirus, se generó una pelea que aparentemente continuó con el ataque. En ese marco, se produjo la desaparición de Zagari, el pasado miércoles a la tarde, y fue el jueves que sus familiares realizaron la denuncia. Ese mismo día, el auto de la víctima fue incendiado en Merlo.
El cuerpo de Zagari fue encontrado el lunes a la tarde en los fondos de la casa de Mieres y fue reconocido por su sobrina, Florencia, por unas cicatrices, y este martes, en diálogo con la prensa, la mujer detalló que el miércoles a las 17.30 su tío salió de la casa rumbo a la de su patrón a cobrar el sueldo como maestro pizzero, lo que hacía en los últimos meses, en los que no había ido a trabajar por ser persona de riego de contraer Covid-19.
El jueves, al no saber nada de él, varios integrantes de la familia llamaron a Mieres, quien les confirmó que efectivamente el empleado había ido a cobrar y luego se había retirado.
Florencia contó que el domingo, cuando vecinos le mostraron una imagen del auto de su tío incendiado y luego accedió a los videos en los que se ve la camioneta del acusado y una patrulla junto al rodado quemado, llamó a la policía de Ituzaingó y allí comenzó a moverse la causa.
Florencia consideró que además de Mieres «hay más personas involucradas» en el hecho y reveló que su tío y la mujer del detenido «no se llevaban bien».
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