Por Ángel Luis Barrolleta Orta
Para las y los Revolucionarios por convicción y no por conveniencia, la Revolución es transparente, cristalina, no es un traje de moda, sino la constancia de todos los días, de la lucha diaria para abrir los surcos del alma y sembrar las ideas de la solidaridad en la conciencia de todos nuestros hermanos y hermanas. Es a partir del despertar de la conciencia como vamos adquiriendo la potencia y el impulso de la energía revolucionaria para defender la dignidad de nuestra Patria Grande.
La Revolución no es el grito perdido en la oscuridad de la noche, ni el llanto por la pérdida de un Camarada, porque «LOS QUE MUEREN POR LA VIDA, NO PUEDEN LLAMARSE MUERTOS» Como lo dice el Camarada mayor, Ali Primera, la Revolución es un eco de la lluvia buena que llega para llenar los surcos y broten las semillas que ya hemos sembrado, que darán los frutos y los alimentos para nutrirnos el cuerpo, el espíritu y el alma.
Es la palabra enérgica que nos invita a ser grandes, a pensar en lo grande y a construir lo grande. ¡La patria es grande! ¡Nuestros pueblos son Grandes!
La Revolución no es un silencio que se esconde detrás de las fachadas, sino que es la voz que va con el galopar de los tiempos para guiarnos por el camino correcto de la Victoria, la Independencia, la Soberanía y la Verdadera Libertad.
La Revolución es el diario pregonar con los hechos, el ejemplo y no con palabras adornadas que se lleva el viento.
La Revolución no es una consigna vacía, sino la única que nos muestra el rostro de la realidad, con sus cicatrices, lagrimas y sonrisas, con sus sueños y sus esperanzas de avanzar y para construir los bases de la nueva verdad.
La Revolución somos nosotros, los hijos y las hijas de esta Patria Grande que marca su andar en esta tierra Hermosa y juntos con las espadas de nuestros Libertadores, los fusiles de nuestros Combatientes, hoy andamos caminando por los pueblos de nuestro Continente y del mundo diciendo: ¡Viva la Revolución, carajo!
¡Hasta la Victoria Siempre, VENCEREMOS!
Que gran verdad, meridiana brillante y limpia como el sol, viva la revolución histórica, la del hombre por liberarse del mismo hombre!!!
Me gustaMe gusta