Nueva fase: advierten que la negociación con el FMI será «muy dura» porque no se aceptarán «condiciones»

Tras el acuerdo con los tenedores de bonos, el Gobierno se prepara para comenzar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para reestructurar una deuda de U$S 44.000 millones que el organismo le otorgó a la Argentina durante el gobierno de Mauricio Macri.

El Gobierno consideró que la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) “será muy dura”, porque no aceptará “condicionamientos” del organismo para cerrar un nuevo programa que podría concretarse “a comienzos del año próximo”.

«No estamos en condiciones de aceptar ninguna condicionalidad del FMI. Le vamos a pedir que confíe en nosotros porque no podemos ajustar y porque sabemos que vamos a cumplir nuestras obligaciones», sostuvo el presidente Alberto Fernández. Además consideró que «Kristalina Georgieva lo entendió», porque «es una mujer que tiene una mirada especial sobre la economía y no insistirán con el ajuste”.

“A Georgieva le conté mi anécdota con Horst Köhler, director del Fondo en 2004, que nos pedía que privaticemos la banca pública, liberemos las tarifas y un superávit fiscal de tres puntos y que no tomemos la obra pública como inversión, sino como gasto”, recordó Fernández, quien remarcó que se «opuso» a las tres cosas y le «garantizo» que iban «a cobrar mucho antes».

Al respecto, el presidente destacó que “dos años después» se le pagó toda la deuda al Fondo y la Argentina se «liberó de los condicionamientos”, y aseguró que le contó esta historia a la actual titular del organismo varias veces “porque le estaba diciendo que la Argentina no está en condiciones de aceptar ninguna condicionalidad».

En la misma línea, el ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo que “la relación con (la directora gerente del FMI) Kristalina Georgieva y todo el staff ha sido muy buena”, pero subrayó que “esto no quita que esta vaya a ser una negociación muy dura y compleja”.

“Seguramente habrá intereses que se van a manifestar en las negociaciones. Pueden empezar a aparecer distintos tipos de pedidos».

Tras el acuerdo con los tenedores de bonos, el Gobierno se apresta ahora a iniciar las negociaciones con el Fondo para refinanciar la deuda por U$S 44.000 millones, correspondientes al préstamo que el organismo le otorgó al gobierno de Mauricio Macri.

“No lo vemos rápido el acuerdo por la cantidad de cuestiones y detalles que hay que negociar”, anticipó Guzmán en declaraciones radiales. También dijo que se va a “generar un debate amplio que va a llevar tiempo”, porque se va a “discutir cada detalle sobre la base de la prudencia y la responsabilidad, y sobre los objetivos de generar más trabajo, más exportaciones y una economía más tranquila”.

En consecuencia, evaluó que “va a llevar meses” la negociación, y consideró que “es posible que recién a principios del año que viene se pueda llegar a un acuerdo”. En ese contexto, no descartó que el FMI pueda poner algún tipo de condición a la negociación, como un ajuste fiscal, una flexibilización laboral o una reforma previsional, pero aseguró que «no se aceptará nada que vaya en contra del desarrollo de la Argentina”.

«Ahora hay una montaña de vencimientos entre septiembre de 2021 y 2024 a los que no podemos hacer frente en las condiciones que está Argentina”.

“Seguramente habrá intereses que se van a manifestar en las negociaciones. Pueden empezar a aparecer distintos tipos de pedidos. Uno nunca tiene que descartar que ese tipo de pedidos”, reconoció Guzmán. En ese sentido, remarcó que el Gobierno «no va a hacer nada que vaya en contra de lo que considera necesario para que haya un sendero de desarrollo inclusivo, virtuoso y estable para la Argentina”.

Cabe mencionar que la Argentina presentará dentro de las próximas semanas la solicitud formal para comenzar a negociar un nuevo programa con el Fondo, que se limitará a «solucionar» el repago del préstamo anterior de la gestión macrista.

“Ahora hay una montaña de vencimientos entre septiembre de 2021 y 2024 a los que no podemos hacer frente en las condiciones que está Argentina”, adelantó el ministro, quien puntualizó que “fue un crédito de tinte político, un apoyo manifestado en forma explícita al gobierno anterior, para que pueda ganar las elecciones». Sin embargo, perdieron y «la economía se desplomó y ahora nosotros buscamos resolver el problema”, concluyó.