Durante tres cuartos de siglo, las mesas del famoso restaurante porteño «fueron testigo de las charlas de media noche de importantes figuras del teatro, deporte, política y más», dicen en la web sus administradores. Cabe destacar que a pesar del fallo judicial que decretó la quiebra en curso, Pippo siguen atendiendo al público en la modalidad «take away».