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MIRADAS. Los Judas que traicionan a Haití

La Fundación Clinton en Haití, fue creada por orden del presidente estadounidense Barack Obama, para recibir todo tipo de donación destinados  a Haití como ayuda humanitaria. Pero los Judas imperiales sin misericordia dejaron a las victimas del terremoto en las calles de Puerto Príncipe

Por el profesor Jean Edmond Paul*

Hablar de la pobreza en Haití, es hablar de los crímenes de lesa humanidad que han cometido los Judas de los gobiernos de Estados Unidos y Francia  en Haití desde 1804 hasta la fecha. En el año 1947, Francia obligó a la “Madre de la Libertad! (Haití)  a pagar una deuda por su independencia, una cantidad de 112 mil millones de francos incluyendo los intereses, dinero que  impidieron a Haití tener fondos disponibles para financiar servicios públicos como la salud, la educación, la seguridad alimentaria e  infraestructura, una deuda impuesta que obstaculizó ferozmente  el desarrollo económico de la primera República Negra Libre, y a su vez  afectó el PIB anual de la república.

Por otra parte, los Estados Unidos, después del descubrimiento que realizó la  empresa estadounidense llamada Instituto de Estudios Superiores de América Latina, (IHEAL) afirmó, en el año 1914, que Haití posee enormes yacimientos de petróleo,  luego este estudio fue confirmado por una empresa canadiense, The Commonwealth Oil Company.  Desde entonces.  Haití  empezó a padecer situaciones delicadas, atroces y a menudo inhumanas, con las manos invisibles del  Gobierno de  Estados Unidos que invirtieron millones de dólares para crear caos en todas las partes del país y financiar golpes de Estados contra los  presidentes que fueron  electos democráticamente.

El 28 de Julio de 1915, el gobierno de los Estados Unidos invadió Haití con más de 330 marines,  bajo la autoridad del presidente Woodrow Wilson. En esa primera invasión robaron y saquearon todas las reservas  monetarias y de oro que Haití poseía en su Banco Central: otro golpe cruel para su  economía. Desde entonces, Haití nunca recuperó su soberanía como Primera República Negra  Libre.

El 29 de Febrero de  2004, se dio la ocupación total  tras el golpe de Estado al presidente Jean Bertrand Aristide y el Consejo de Seguridad de la ONU  autorizó  el despliegue de una fuerza multinacional de seis mil setecientos (6.700)  militares -los llamados Cascos Azules- acompañados de otros 1.622)  policías civiles para “restablecer el orden”.

El 13 de Enero de 2010 tras el terremoto del  12 de enero del año 2010, de 7 grados en la Escala de Richter (que dejó Puerto Príncipe bajo los escombros con un saldo de unas 316.000 personas fallecidas, una cifra que nunca se había visto en el mundo por este tipo de desastres) esos Judas aprovecharon invadir una vez más la tierra libre de Jean Jacques Dessalines con una mal llamada Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH). Una misión que fue calificada tanto como una ocupación que atentaba contra la soberanía de republica de Haití y también como una apuesta y un apoyo de la comunidad internacional para estabilizar la nación caribeña. Pero más allá de los argumentos esgrimidos por los defensores de los Judas imperialistas, resulta evidente que esa fuerza  de paz  tiene  denuncias por  uso excesivo de la fuerza, violaciones, hijos sin hogar y una epidemia de cólera introducida en el país en el año 2010 por los soldados de la MINUSTAH que se ha cobrado la vida de mas de 10.000 haitianos.

Foto mapa de los recursos de Haití , publicado por el ministerio de minas y energía de Haití

HAITÍ VICTIMA DEL  ENGAÑO  DE LOS JUDAS

En la actualidad, los Judas, (ESTADOS UNIDOS Y FRANCIA)  a través de los   grupos paramilitares organizados a lo largo y ancho de la república, con armamentos de guerra provenientes de los Estados Unidos y República Dominicana, lograron crear dos grandes organizaciones criminales en Haití:  VIV ANSANM que significa (Vivimos juntos) con las pandillas y CORE GROUPE  que significa (cuerpo del grupo). Junto a los  embajadores títeres del imperio norteamericano que se encuentran acreditados en Haití, su único propósito es desestabilizar el país, mantener la  inestabilidad política  para poder justificar siempre su injerencia en  esa nación, todo esto, con la finalidad de seguir saqueando y robando todas las riquezas de la Primera República Negra Libre en nombre de una  democracia que nos ve como su patio traseo,  tomando decisiones por el pueblo sin el pueblo, simplemente para proteger sus intereses  en un país empobrecido por esos  fascistas.

La Fundación Clinton en Haití, fue creada por orden del presidente estadounidense Barack Obama, para recibir todo tipo de donación destinados  a Haití como ayuda humanitaria. Pero los Judas imperiales sin misericordia dejaron a las victimas del terremoto en las calles de Puerto Príncipe sin viviendas, sin alimentación, sin apoyo psicológicos y toda la ayuda fue recibida por ONG’s, en especial la Fundación Clinton  que nunca hizo llegar al pueblo haitiano la tan necesaria asistencia humanitaria. No hubo un plan de acción concreto para las víctimas y hasta la fecha no hay explicación sobre los millones de dólares de donación al  pueblo haitiano que sufría en sus calles un desastre sin precedentes. Como resultado,  en el “país más pobre del mundo” (como dicen los Judas), la FUNDACION CLINTON aprovechó para comprar más de 600.000 hectárea de terreno en varias zonas estratégicas en Haití, justamente donde la empresa Estadounidense había detectado yacimientos petrolíferos  Actualmente, utilizan a la CARICOM como mano visible para jugar el papel sucio, crearon un  Consejo Presidencial de Transición con  nueve agentes de la CIA  y Judas  haitianos  apátridas con la finalidad de  facilitar el saqueo de la riqueza del país, dejando por lado a su pueblo vulnerable e indefenso a merced de los grupos armados, solamente para complacer a sus amos.  Las pandillas tienen una misión clara y precisa, desde la embajada de los Estados Unidos en Haití, que es cuidar a las 600.000 hectáreas de terreno que ha comprado el ex presidente de la Casa Blanca, Bill Clinton, con el apoyo de la fuerza extranjera  que enviaron en Haití, para cuidar a sus intereses, no para establecer la paz. No es un secreto para la comunidad internacional  que los  Judas (gobiernos  Estados Unidos y Francia)  tienen sus manos en la violencia generalizada en Haití.

HAITÍ  CON SU RESERVA DE PETRÓLEO.

Los depósitos de hidrocarburos bajo el suelo haitiano  “están declarados como reservas estratégicas de los Estados Unidos de América”, nación que en 2005 autorizó el uso de las reservas estratégicas, algo que puede estar moviendo al imperio y que explica la ocupación militar de Haití. Una evaluación del panorama económico y político en que hoy se mueve Estados Unidos, indican que sus necesidades energéticas lo están conduciendo a explotar el petróleo haitiano. Según Daniel y Ginette Mathurin, expertos e investigadores  en minas.

Al momento del descubrimiento de esos depósitos, el imperio contaba con otras fuentes de suministros estables: Arabia Saudita, Irak, Venezuela, México y otras naciones tributaban el combustible, sin necesidad de explotar lo descubierto en Haití, pero hoy el panorama es otro. Arabia Saudita ya anunció que sus reservas no son infinitas, Venezuela liberada del tutelaje yanqui está inmersa en un proceso revolucionario, donde la soberanía  sobre el petróleo no tiene discusión, mientras México ve decrecer sus reservas y un Irak ocupado y en guerra no ofrece garantía alguna de poder explotar a toda capacidad los pozos. Con este mapa energético tan complicado y un creciente nivel de consumo, Estados Unidos se enfrenta a un complejo problema energético, que lo puede haber conducido a determinar que es la hora de comenzar a explotar el petróleo de Haití. Como ave de rapiña que ataca a la víctima más indefensa, Washington aprovechó la conmoción provocada por el sismo del 12 de enero para lanzar sus tropas, asegurando bajo sus botas militares los depósitos de petróleo que subyacen bajo el tembloroso suelo de Haití y que puede ser la principal clave de esta ocupación militar “humanitaria” que con asombro observa el mundo y ahora con las pandillas que  controlan un 90% de la capital de Puerto Príncipe.

El pueblo haitiano no quiere más engaño. Haití no es el país más pobre del mundo. Haití es el segundo país después de Sudáfrica, -según todas las investigaciones científicas que tienen mucha más Bauxita e Iridio en el mundo- y su reserva de petróleo intacta. Además hay que informarle al mundo que nuestros recursos naturales consisten, entre otros: gas natural, níquel, oro, plata, cobre, carbonato de calcio, café, plátano, cacao, mango, coco, vetiver, turismo y biodiversidad de especies. Todos estos recursos abren las perspectivas de una explotación sistemática capaz de promover el desarrollo estable y sostenible y el crecimiento de las poblaciones locales de toda la comunidad de la región del Caribe. Por ello, llamamos a los pueblos del mundo a conformar un gran movimiento de solidaridad para la liberación del pueblo haitiano… ¡Por un  Haití libre de imperialismos y tutelajes coloniales!

*Activista político haitiano Pou SOVE AYITI

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