EUROPA. EL Pueblo francés se enfrenta al racismo y al odio de la extrema derecha

Las manifestaciones fueron interpretadas por los participantes como una muestra de unidad, en marcado contraste con lo que muchos oradores describieron como intentos del gobierno y la extrema derecha de dividir a la población

Por Ana Vracar

Cientos de miles de personas invadieron las calles de más de 200 localidades de Francia en una multitudinaria manifestación nacional contra el racismo y la extrema derecha. La movilización, impulsada por casi 600 organizaciones —entre ellas sindicatos, asociaciones, colectivos informales y partidos políticos de izquierda—, fue una respuesta colectiva al racismo, la islamofobia y otras formas de discriminación sistémica, así como a la escalada de la retórica de odio promovida por la derecha.

Las manifestaciones fueron interpretadas por los participantes como una muestra de unidad, en marcado contraste con lo que muchos oradores describieron como intentos del gobierno y la extrema derecha de dividir a la población. «Para unir al pueblo, necesitamos erradicar todas las formas de división, todos los venenos, empezando por el veneno del racismo», declaró Danièle Obono, parlamentaria de France Unbowed.

Se estima que 1,2 millones de personas en Francia sufren al menos un incidente racista al año, que abarca desde amenazas y discriminación hasta violencia física, e incluso asesinato. Sin embargo, solo una fracción de estos incidentes se denuncia, y aún menos se investigan y procesan. Esto refleja no solo una profunda desconfianza hacia las instituciones encargadas de combatir el racismo, sino también su propio prejuicio contra los grupos constantemente expuestos a la violencia.

“El racismo, en todas sus formas, sirve para dividir a las personas y justificar las desigualdades”, escribió France Unbowed en un informe político previo a la manifestación. “Combatimos el racismo desde sus raíces, para unir a todos aquellos que tienen un interés real en transformar la sociedad. Estamos comprometidos con un proyecto universalista que se opone firmemente al racismo y la discriminación. En la República, los derechos universales no se negocian”.

El grupo parlamentario del partido también presentó una serie de propuestas, que abarcan desde reformas legislativas hasta cambios en los programas educativos y culturales, incluyendo un replanteamiento radical de cómo Francia enfrenta su complicidad con el colonialismo. Esto incluye llamados a iniciar debates sobre reparaciones y a reconocer oficialmente la masacre de 1961 de manifestantes por la liberación argelina como un crimen sancionado por el Estado. Implementar estas reformas, argumentó France Unbowed, desafiaría la narrativa dominante, compartida por el gobierno actual, que culpa a los migrantes y a las minorías del declive económico de Francia.

Combatiendo el fascismo antes de que se arraigue

El domingo, los manifestantes enfatizaron el vínculo entre el racismo, la creciente islamofobia y el auge electoral de la extrema derecha, no solo en Francia, sino en todo el hemisferio norte. La manifestación, afirmaron, fue un llamado a resistir la intolerancia de la extrema derecha antes de que se arraigue aún más en la sociedad.

Raphaël Arnault, otro parlamentario de France Unbowed, rechazó la imagen que los grandes medios de comunicación presentan del auge de la Agrupación Nacional como inevitable, señalando que las elecciones de 2024 ya habían demostrado lo contrario. En esa votación, según Arnault, miles de jóvenes respaldaron la plataforma progresista del Nuevo Frente Popular, lo que demuestra su deseo de una sociedad diferente a la que ofrece la extrema derecha y abraza el bloque macronista.

De igual manera, Rima Hassan, miembro del Parlamento Europeo, quien recientemente enfrentó ataques por su activismo propalestino, afirmó que la manifestación del sábado ayudó a recuperar la narrativa y a ofrecer una visión diferente de la sociedad. “Esta movilización es una muestra de amor”, dijo Hassan durante la marcha en París. “No solemos hablar de amor en política, pero la verdad es que no puede haber política sin amor”.

Los organizadores enfatizaron que las manifestaciones del sábado deberían ser solo el comienzo de una resistencia amplia y coordinada contra la extrema derecha, y prevén más movilizaciones en un futuro próximo. “Los nazis tomaron el poder porque nadie los detuvo”, advirtió Arnault. “Si no detenemos a los fascistas desde el principio, no se contendrán. Para ellos, el genocidio en Gaza es solo un primer paso; sirve como reivindicación del asesinato en masa”.

Fuente: People Dispatch y agencias