Corte y confección con la tijera del oeste.
El cierre de campaña de LLA en el lejano oeste de Morón llega con escándalos y pases de facturas hacia su interior. Es que el referente local, Chapu Martínez, junto a sus agrupaciones barriales, tomaron la drástica decisión de militar el corte de boleta a intendente, concejales y consejeros escolares, que encabeza el empresario Ariel Diwan.
En estas últimas semanas, una asamblea de treinta referentes barriales de LLA decidieron esta jugada contra Diwan, hartos de sus candidaturas impuestas a dedo; también se rechazaron repetidas propuestas del sector de Juntos por el Cambio (JxC), que lleva como candidato a intendente a Leandro Ugarte Mendía (Concejal que responde a Ramiro Tagliaferro y a Horacio Rodríguez Larreta), que intentaron sin éxito, convencer al Chapu.

También en la asamblea se decidió dejar en libertad de acción a cada militante, si quisiera votar a otro candidato a intendente, o seguir con el corte local, pero siempre votando a la fórmula Milei presidente, Píparo gobernadora.
Hace pocos días se lo vio a Martínez muy cerca de Victoria Villarruel en una caminata por CABA.

La dedocracia recortada por la tijera barrial.
Las denuncias contra Ariel Diwan y contra sus operadores Diego Llaneza, Sebastián Pareja y Carlos Kikuchi, acusados de vender candidaturas a concejales por cincuenta mil dólares (ver link https://periodicotribuna.com.ar/35411-milei-y-diwan-son-dos-estafadores.html) más el intento de coimear al Chapu, ofreciéndole una camioneta cero kilómetro, a cambio de que bajara su precandidatura a intendente antes de las PASO, precipitó la ruptura.
Martínez acusa a Diwan de armar la lista local a dedo, ignorando a los militantes libertarios de la primera hora. Esta exclusión se pagó cara, ya que en las PASO el resultado para LLA fue muy magro, donde terminó tercero, cuando su jefe Milei terminó primero.
El llamamiento y militancia de cortes de boleta masivos continúa 24 por 7 en los locales del Chapu, y ya las distribuyen casa por casa con la fórmula Milei Píparo y sin sección local.

Esta arquitectura electoral parece ejemplificadora y moral: no se puede traicionar a la militancia de base sin pagar las consecuencias antes de una elección general.
Este corte puede generarle menudo dolor de cabeza a Diwan, ya que los militantes, indignados, pueden restarle entre un dos y cinco por ciento de intención de voto, sin perjudicar a Píparo ni a Milei.
El contragolpe de la motosierra rugiente.
La respuesta a esto, de parte de Diwan, es furibunda y hasta grosera: envió a sus primeros candidatos a subir videos y posteos en las redes, acusando a Martínez de “socialista” y también de ser funcional al actual intendente de Unión por la Patria (UP) Lucas Ghi, que juega su reelección.
Los volantes con una tijera y llamado al corte, que Martínez mandó a pegar sobre los afiches con la cara de Diwan, lo enfurecieron y promete devolverle la gentileza: operaciones mediáticas contra el Chapu se aceleran, acusándolo de haber arreglado con Ugartemendía o con Ghi. Esta fake news circula en páginas digitales ignotas, casualmente reactivadas esta semana.
La interna en la fiscalización será a cara de perro y no descarto incidentes en las mesas y en el escrutinio después de las dieciocho horas.

Efecto dominó en todo el país y cisma libertario.
El corte de boleta en Morón generó en estas últimas semanas una serie de adhesiones en varios distritos donde repudian a los candidatos a intendentes de LLA y les cortarán boleta: Malvinas Argentinas (Fernando Schachtl), General Rodríguez (Sandro Paggi), Tres de Febrero (Ricardo Tejerina), Hurlingham (Rafael de Francesco), Ituzaingó (Hugo Equiza), y otros; y provincias como Formosa, Neuquén, Mendoza y Corrientes, hasta ahora.
Según mis fuentes, los militantes traicionados de estos lugares, o bien cortarán la boleta, o buscarán acuerdos con algún candidato extrapartidario, o bien con los actuales intendentes, y serían decisiones autónomas por región.

Cristian Martínez, casi sin quererlo, se convirtió en el referente y emblema del corte de boleta a nivel nacional, ya que surgieron comunicados y posteos de otros distritos y provincias, mencionándolo como el ideólogo de esta posición disidente, sin perjudicar ni a Milei ni a Píparo.
Esta estrategia convierte a Morón en el epicentro de un fenómeno: el corte de boleta local como respuesta a la vieja política de la dedocracia. No sabemos aún si será influyente en el recuento final o si es solo testimonial, una incertidumbre por ahora, la misma que tiene a todo un país en ascuas ante la aparición de Javier Milei, una motosierra impredecible dispuesta a cortar lo malo y también lo bueno.


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