Confirmando todos los pronósticos, el dirigente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo perdió las dos votaciones para obtener la investidura presidencial en España. Con 172 votos (137 del PP, 33 de Vox, 1 de la Coalición Canaria y 1 de Unión el Pueblo Navarro) Feijóo quedó a 4 votos de formar gobierno, sin haber conseguido acordar con ninguna fuerza adicional luego de la elección del 23 de julio. De esta manera se consumó el fracaso de una carrera que luego de las elecciones autonómicas del 28 de mayo parecían darle un triunfo asegurado al PP para el retorno al gobierno. El audaz adelantamiento de las elecciones que impulsó Pedro Sánchez permitió reconcentrar fuerzas en torno al PSOE y las izquierdas frente a un hipotético gobierno de coalición entre el PP y la ultraderechista Vox. El intento infructuoso del PP por formar gobierno aparece así como una forma de dilatar más el margen de maniobra del PSOE para negociar con los partidos autonómicos una nueva coalición de gobierno.
Ahora es el turno de Sánchez, quien será esta semana designado por el rey Felipe VI para candidato a formar gobierno. Además de los votos del PSOE y de sus aliados de izquierda concentrados en SUMAR, Sánchez necesita a los partidos regionales de ERC, Junts per Catalunya, EH Bildu, PNV y BNG. En particular, la negociación más difícil es con los catalanes separatistas de ERC y Junts, quienes pregonan una amnistía por el referéndum de independencia de Cataluña de 2017, impulsado por el ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que no fue autorizado por el gobierno central de Madrid. Además de la amnistía estos sectores también impulsan una nueva consulta sobre la autodeterminación de la comunidad autónoma.
Desde el PSOE, aunque manifestaron no ceder frente a estas exigencias aseveran que las condiciones para alcanzar un acuerdo están dadas, y esperan poder alcanzar un acuerdo para la segunda quincena de octubre. Los tiempos apremian y hasta el 27 de noviembre es el límite para evitar una nueva elección parlamentaria.
Ecuador entra en la última etapa de campaña para la elección presidencial entre Luisa González y Daniel Noboa.
Este domingo se llevó adelante el debate presidencial entre la dirigente correísta Luisa González (Revolución Ciudadana) y el empresario Daniel Noboa (Alianza Acción Democrática Nacional) de cara a las elecciones del 15 de octubre para completar el periodo (2021-2025) del actual gobernante, el derechista Guillermo Lasso.
En cuanto al eje económico, Noboa prometió medidas liberales como la deducción de impuestos a empresas que generen nuevos empleos en particular para los jóvenes, y la atracción de inversores externos. Mientras tanto González hizo eje en el impulso de créditos productivos para reactivar la economía local y reducir en un 30% las exenciones tributarias que no son eficientes. Ambos candidatos advirtieron la necesidad de enfrentar el cambio climático y las consecuencias de la corriente del niño con mayor infraestructura y servicios de salud, y apoyo a las comunidades más vulnerables en la crisis climática.

Frente al eje seguridad, la candidata González hizo hincapié en combatir la corrupción y transparentar el sistema de justicia (denunciando el lawfare y la persecución judicial) a la par de que se manifestó por reequipar a la policía nacional para recuperar el control de puertos aeropuertos y cárceles. También se manifestó por bajar los niveles de delincuencia enfrentando a la pobreza y brindando opciones de desarrollo personal más que por vías punitivas. Mientras tanto, Noboa reivindicó un mayor control militar en las fronteras y una fuerte presencia policial en todo el territorio. La inseguridad es un tema central en Ecuador, que ha venido creciendo con las políticas neoliberales de Guillermo Lasso y sus vínculos con redes de corrupción y mafias abroqueladas en el Estado. El hacinamiento en las cárceles y el control de las bandas del narcotráfico de las mismas, han generados motines y reiterados hechos de violencia. El más grave de todos fue el magnicidio del candidato Fernando Villavicencio. Estos hechos de violencia sumados a la respuesta autoritaria de Guillermo Lasso han sumido al país en un permanente estado de excepción en las cárceles y en diversas regiones del país.
Es en ese contexto de desánimo y apatía que surgió como contrincante de la Revolución Ciudadana (que vienen en ascenso desde las elecciones regionales de febrero del 2023) la figura del empresario Noboa, que ha gastado grandes sumas en posicionarse en las redes sociales y que aparece como un “outsider” de la política. Si bien González cuenta con el primer lugar obtenido en la primera vuelta y vienen creciendo, la elección continúa abierta dado que alrededor del 20% de los encuestados todavía se mantiene indeciso. Así, las próximas dos semanas serán decisivas en el desenlace electoral del 15 de octubre.
Fuente: https://observatoriodelsurglobal.com/panorama-1-de-octubre/


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