En Estados Unidos, más precisamente en California, más de una docena de grandes incendios se suman a la desgraciada pandemia que azota al mundo. Con un saldo de al menos siete muertos hasta el momento,el fuego destruyó más de 1.200 viviendas, provocando decenas de miles de evacuados y alcanzando proporciones récord.
Hasta el día lunes, dos incendios importantes en el norte de California, los incendios del LNU Lightning Complex en el condado de Napa y los incendios del SCU Lightning Complex en el condado de Santa Clara, habían arrasado aproximandamente 140.000 hectáreas convirtiéndolos, respectivamente, en el segundo y tercer incendio más grande del estado.
«Estamos luchando contra esta pandemia como estamos luchando contra estos incendios forestales históricos en todo California», dijo Newsom.
En conferencia de prensa el gobernador de California, Gavin Newsom (D), calificó la temporada de incendios de 2020 como «histórica», y señaló que para esta época el año pasado, el estado había experimentado más de 4.200 incendios que quemaron alrededor de 23.000 hectáreas, mientras tanto, este año, más de 7.000 incendios han quemado más de 566.000 hectáreas, con aproximadamente 485.000 hectáreas han sido arrasadas en poco más de una semana . A modo de comparación, durante los últimos cinco años, se quemó un promedio de aproximadamente 182.000 hectáreas por año.
Durante la semana pasada, los vientos han esparcido humo por toda la región, trayendo una calidad del aire que fue considerado «insalubre» en el Área de la Bahía de San Francisco y mucho más allá.
Más de 170.000 californianos debieron evacuar sus hogares, según Cal Fire. El estado ha brindado refugio a unos 2.200 residentes, pero están lidiando con cómo albergar de manera segura a las personas en medio de una pandemia .
Aproximadamente 1.500 evacuados, aproximadamente dos tercios de los que el estado está albergando, han sido colocados en habitaciones de hotel. Otros 700 más o menos se alojaron en 17 refugios diferentes donde los evacuados se someten a exámenes de salud a medida que ingresan, y algunos refugios instalan tiendas de campaña para permitir el distanciamiento social.
El gobernador dijo que usar máscaras es «esencial para protegerte de la calidad del aire y para protegerte a ti y a los demás de este virus».
Esta temporada de incendios sigue una tendencia devastadora de incendios récord en California en los últimos años. Los incendios de 2017 en Sonoma fueron los más mortíferos en la historia del estado, matando a 44 personas, solo hasta que los incendios en Paradise los superaron en 2018, matando a 85 personas y quemando miles de hogares.
El gobernador elogió a los «increíbles bomberos que están en el frente». Actualmente, hay 14.000 bomberos luchando contra más de 600 incendios en todo el estado.
Más de mil personas encarceladas se encuentran entre los bomberos del estado, a quienes se les paga solo unos pocos dólares al día por el trabajo peligroso. A medida que el humo ha cubierto la región, las personas en las cárceles han estado respirando el aire insalubre, lo que podría hacerlas aún más susceptibles a las complicaciones graves del coronavirus que ya ha devastado algunos centros de detención.
California ha experimentado un empeoramiento de la crisis de personas sin hogar en los últimos años, quienes, según Sarah Ruiz-Grossman del Huffpost, han sufrido de manera desproporcionada por el humo. La exposición constante a los contaminantes del aire los deja en riesgo de problemas respiratorios que las personas sin refugio ya tienen más probabilidades de tener. Mientras tanto, las personas sin hogar también tienen un mayor riesgo de contraer COVID-19, que afecta el sistema respiratorio.
“Estamos haciendo todo lo posible, traerlos a refugios con las ventanas cerradas. Pero es un imposible ya que por un lado el protocolo de salud pública aconseja las ventanas abiertas por el COVID, pero, termina siendo una batalla entre el virus versus la inhalación de humo» , resaltó JoLyn McMillan, directora del Refugio para Desamparados de Stockton.
Quinto Poder 
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